A las 4 de la mañana, más cansada que ni sé esperando a que me dieran la habitación y haciendome yo misma fotos para recordar el momento tan surrealista.
Y vosotros os preguntaréis ¿Pero qué hace ésta en Singapur? ¿No estaba en Australia? Ejem, si pero...Tras haber pasado un par de semanas en Sydney y alrededores volé a Cairns para ver la Gran Barrera de Coral. Sin embargo no tenía yo el cuerpo para hacer snorkel. Me entró un poco de agobio y decidí volverme a casa unos dias para descansar, recibir mimos, comerme unas lentejas y emprender con más fuerza el resto del viaje.
Compré el primer vuelo que pillé. La combinación era un poco tortura pero podían más las ganas de volver...De Cairns volé a Darwin, hice una escala de 2 horas y salimos hacia Singapur donde tuve que esperar 5 horas. A las 23:00h por fin me subí en el avión, me esperaban trece horas de vuelo hasta Frankfurt y de ahí a Madrid. Mi senté en mi asiento (31A, nunca se me olvidará) y me puse a elegir peli en la revista de Qantas. De repente, dos tios muy serios, uno chino y otro indio entraron en el avión preguntando por Mrs. Delgado...A mi se me cambió la cara: "Tiene que abandonar el avión" Yo no entendía nada y lo único que me venía a la mente era "la gallega de Cancún". Ahora me rio pero en el momento casi me da un ataque. "Usted sólo ha comprado un vuelo hasta Singapur" ¿Pero cómo voy a comprar yo un vuelo a Singapur? ¿Qué pinto yo en Singapur? Era totalmente surrealista. Yo lo único que hacía era enseñarles mi itinerario de lastminute.com y ellos erre que erre que si quería volar que me comprara un vuelo. Qué pesadilla!!!
Efectivamente los de lastminute.com habían metido la gamba y sólo me habían comprado el billete hasta Singapur así que tuve que buscar un nuevo vuelo (bueno, más bien me lo buscó Victor porque yo estaba en estado de shock) y finalmente a las 2 de la mañama encontré uno para las 23h del día siguiente.
Sobre las 3.45 de la mañana después de hacer el check in e intentar localizar mi maleta me fui a buscar hotel. Afortunadamente, el aeropuerto de Changi es uno de los tres mejores del mundo (esto no lo digo yo lo dice wikipedia) y tiene hasta un hotel dentro de la terminal en el que alquilan habitaciones por horas. Pero la suerte no estaba de mi parte y hasta las 5.30 no tenían habitación. Así que, después de cinco horas de infarto, decidí tomármelo con calma y me fui a internet a buscar información y poder así planificar mi día en Singapur.
Al día siguiente salí sobre las 12 a la city. Pillé el metro (está genial, casi tanto como el de Madrid. Yo soy una gran defensora del metro de Madrid, pero si queréis este tema lo dejamos para otro post...) y me fui a little India a comer. Allí conocí a Simon, un suizo muy simpático que llevaba dos meses viajando por Asia. Fuimos juntos a comer a un restaurante indio en el que se comía con las manos y no tenían servilletas, solo un lavabo para lavarte las manos cuando acabaras de comer. Fue bastante divertido...No se cómo se las apañan, nosotros dejamos los vasos que daban pena. De ahí fuimos a una Isla artificial que es en plan Disneyland y luego muy rápido a la zona financiera porque yo me tenía que ir al aeropuerto.
Afortunadamente esta vez no me sacaron del avión (aunque hasta que no despegó no respiré tranquila) y pude continuar mi viaje a Spain.
Ya estoy aquí!!! Qué raro se me hace todo!!! Pero que ganas tenía de veros!!!
Ambientazo en el aeropuerto de Changi a las 2 de la mañana...